Vulnerabilidad y resiliencia

Vulnerabilidad y resiliencia

Hoy te quiero hablar de algo que es tremendamente evidente, pero que aun así nos cuesta ver y mantener integrado.

¿Recuerdas que el presidente del Reino Unido desestimó la posibilidad de que el COVID-19 se convirtiera en un problema serio para esa gran Isla, y que luego él mismo terminó contagiado y tuvo que ser internado en una UCI?

Bueno, pero no te voy a hablar de un virus microscópico, sino de nuestra vulnerabilidad, que fácilmente nos sentimos tentados a tomar como algo negativo, o erróneo, o peligroso, y entonces tendemos a defendernos de ésta, reprimiéndola, negándola, o proyectándola.

¿Y por qué querrías escuchar sobre esto?

Bueno, porque cabe recordar que nuestra vulnerabilidad es también el lugar donde nace nuestra sensibilidad, nuestra originalidad, y parte de nuestra belleza, de modo que algo a conocer y cuidar.

Cuando tenemos la fortuna de relacionarnos con personas suficientemente en paz con este hecho, gradualmente vamos renunciando a nuestros ideales de hacernos omnipotentes, y vamos conectándonos de modos más creativos con el mundo que nos circunda.

Sin embargo, este proceso no siempre ocurre bien, y en cambio podemos aprender que debemos defendernos, controlarnos, y por el supuesto bien de todos ojalá controlar al mundo, quedándonos con un sentimiento de culpa al no conseguirlo. Nos abandonamos a nosotros mismos, nos repudiamos, y comenzamos a buscar objetos o personas que nos devuelvan esa sensación de control imaginario, y los culpamos de nuestras desgracias si es necesario.

Y en todo esto, de pronto aparece una pandemia que nos exhortan a buscar refugio en nuestros hogares, y entonces nos vemos súbitamente en aprietos, porque volver a casa es volver a nosotros mismos, conscientes y quizás hasta avergonzados de nuestra vulnerabilidad.

Entonces, podemos convencernos de que la pandemia es algo puramente nefasto, y arrancar de modos en que nos hacen cometer estupideces, o podemos aprovechar la oportunidad de reencontrarnos con nuestra originalidad.

En una cápsula anterior, te presenté una zona o un espacio que nos permite diferenciar y mantener relacionadas creativamente la realidad interna y la realidad externa, sin que se nos extravíen y sin que colapsen.

Si quieres reforzarla, pero te resulta muy difícil tolerar la incertidumbre, el aburrimiento o la frustración, llámame o escríbeme por Whatsapp.

Sígueme en:

Deja una respuesta

error

¿Te sirvió esta información? Compártela