Psicodiagnóstico infanto-juvenil

Psicodiagnóstico infanto-juvenil

¿De qué se trata?
Se trata de una evaluación del desarrollo emocional y cognitivo de un niño o niña, así como de las condiciones que le rodean.

¿Por qué se pide?
El desarrollo de los niños y niñas no está exento de conflictos, pero hay ocasiones en que surgen complicaciones que exceden las posibilidades de respuesta de los padres u otros cuidadores cercanos.

¿Para qué sirve?
Permite obtener una visión suficientemente comprensiva de los motivos que originan la consulta, y sugerir un plan de acción, en un lapso relativamente acotado.

¿Quiénes lo piden?
Habitualmente son los padres, y muchas veces a sugerencia de un profesor, pediatra, psiquiatra, u otro profesional vinculado con la salud del menor.

¿Cómo se realiza?
Suele incorporar entrevistas con los cuidadores principales, observaciones de interacciones con el niño o niña, tests proyectivos gráficos y verbales, y reportes del colegio u otros profesionales.

¿Qué puedo esperar?
Una devolución oral y escrita de los resultados, con un énfasis comprensivo, antes que crítico.

¿Cuáles son los motivos de consulta más habituales?
Las dificultades de salud mental son relativamente poco variables (ansiedad extrema, impulsividad, cambios del ánimo, dolencias psicosomáticas, etc.), pero un psicodiagnóstico suficientemente bien realizado debiera rescatar y organizar las particularidades de cada caso, para facilitar la elaboración de los conflictos a la base.